LA MÚSICA Y LAS EMOCIONES



La música, como ya sabemos, la podemos encontrar por todas partes, en la radio, en la televisión, en el cine, en muchas tiendas… Y algo que podemos observar de todas ellas es que nos transmite todo tipo de emociones: alegría, tristeza, entusiasmo, tranquilidad, etc. Esto, por supuesto, también les ocurre a los más pequeños, y, además de tener en cuenta la importancia de la música en todas las fases del desarrollo infantil, es algo que nos puede ser de gran utilidad para poder emplearlo, tanto en el aula como en nuestros hogares.

Una música adecuada puede favorecer el interés de los niños a la hora de proponer cualquier actividad, puede ayudar a ambientarse a dicha actividad e incluso puede formar parte de la misma. Nunca está de más la utilización de la música, ya que siempre podemos sacar algo positivo de ella.

A continuación, os vamos a proponer varias actividades relacionadas con la música y las emociones para que, además de poder llevarlas a cabo, podáis ver por vosotros mismos las grandes utilidades y variedades que puede llegar a presentar:

El cuento musical

A la hora de contar un cuento, disponer de una música acorde con la historia que se narra puede ayudar a que los niños y niñas profundicen con esta. Algo muy parecido sucede en el cine, y es por eso que todos los directores buscan el mejor compositor de banda sonora para su película, pues hace un papel de vital importancia en ella. 


Si el cuento trata de algo divertido, puede utilizar música formada de un acorde mayor creando así una sensación de alegría. Mientras que si el cuento pasa por una fase de la historia más triste debería utilizar alguna canción con unos acordes menores y, de está forma, envolver la narración del cuento con un ambiente de tristeza.


Lo ideal sería que, a medida que se desarrollara el cuento, la música fuese cambiando, para que, además de introducirse más en la historia, atraiga más la atención de los oyentes.




El pincel mágico

Esta actividad podríamos decir que pertenece incluso a Mindfulness, un método que sirve para conseguir en el alumnado la atención plena, centrándonos en lo que está sucediendo en estos momentos y que, sobre todo, ayuda a relajarlos, incluso en estado de nerviosismo.


En cuanto a la realización de la actividad, primeramente deberíamos tener preparada música que se caracterice por ser lenta, dando así sensación de relajación, ya sea música de tipo clásica o ambiental, en la cual incluso puede aparecer sonidos de la naturaleza como la lluvia, el viento o el mar.

Además, necesitaremos un pincel, de cualquier tamaño, pero preferiblemente de punta fina.


Tras obtener todo lo anterior, deberemos poner en marcha la música y hacer cerrar los ojos a todas las personas que lo vayan a realizar (menos tú). Luego, cuando ya se haya introducido en la música de relajación, deberemos pasar el pincel suavemente por diferentes partes de su cuerpo (de ahí el porqué no debes cerrar los ojos). 


Poco a poco, los niños y niñas se sumergirán en un estado de tranquilidad y relajación que les servirá para cualquier tipo de actividad que vayan a realizar con posterioridad, propiciando así, un mejor rendimiento de la misma, debido a la buena concentración que habrán adquirido después de este ejercicio.


Al ritmo de la música

En está última actividad os vamos a mostrar un ejercicio ideal para la activación de los pequeños antes de realizar cualquier tipo de actividad relacionada con la motricidad, lo que viene a ser básicamente un calentamiento.


Según el estudio de algunas universidades, se ha descubierto que la música con ritmos fuertes activa mucho más a las personas, por lo que, para que los peques se activen tanto a nivel motriz como sensorial, hará falta una música rápida.


Esta música, además, sería ideal que tuviera constantes cambios de ritmo para que los niños y niñas hagan constantes variaciones de dicho ritmo y así se activen de una mejor forma.

Tras conseguir la música, los que formen parte de la actividad deberán moverse por la sala al ritmo que marca la música (si es lenta con tranquilidad y con ritmo pausado y si cambia a rápida con movimientos veloces y acelerados).





Esperemos que, tras este post, os haya quedado un poco más claro la gran utilidad,  además de importancia, que tiene la música en los pequeños. Una buena utilización de esta puede abrirnos un abanico inmenso de posibilidades que pueden hacer florecer a los infantes.




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